Nuevos dioses

Henos aquí, los héroes de Argesta,

después de cruenta batalla,

hemos quebrado el tótem milenario,

la piedra Menhir,

el ídolo vertical del Padre Cielo.

Hemos tirado por tierra

fueros y privilegios.

Nada se alza por cima de nuestras cabezas.

Nada queda más que el poder del soldado,

la fuerza de la espada y el arco.

Gloria horizontal de la tierra llana,

imperio del río atestado de meandros,

sacro dominio de la piedra pedernal.

Llegados con el viento del oeste,

henos aquí, los héroes de Nébula,

herederos del llano y de la estepa,

sin nada que resista nuestro paso

terrible por la tierra.

Así lo atestigüen las obras, los poetas,

las estelas miliares, las leyes nuevas,

así lo glosen los manuscritos,

¡Salve a Nos, señores del orbe nuevo!,

y las leyendas.

Conan, el Bárbaro

Mahmud Asrar, 2019

Cristal

Este poema que no quiere ser nada

estas palabras que apenas significan

esta fuente sin agua estas copas vacías

este alma sin pneuma esta vida sin espuma

estos rayos de sol que no calientan

este abrazarse uno la soledad sin fondo

que te marcharas

este recuerdo dulce de las pupilas

estas tardes, en fin, que son ya tantas.

Anto LLoveras
Unstable Love Series
Nº 50. 2021

Naturaleza muerta (Still life)

Los años que aún no tengo ya los tengo perdidos

adivino el resumen de los muchos momentos

que inexorablemente darán paso a la ruina

espero en el silencio fatal e impenetrable

que atraviesa la noche modesta de los párpados

las líneas del cuaderno que aún no han sido escritas

cuento los días cuento las horas los minutos

que tardan las palabras en completar un verso

pero nunca termino de responder mi carta

todo lo que hollemos merece testamento

llegará una mañana que no tenga principio

no quedará una sombra que diga cuánto fuimos

como si hubiera un libro donde guardar las ánimas

en la noche del cuarto pregunto la importancia 

de lo que hube de lo que soy de lo que habré

y mientras un vocablo me llega tras de otro 

y todo es sinsentido a pesar de la música

no entiendo dónde fueron mi ambición y mi vida

quizá esta calma innoble sea todo

pretil firme y sereno

sentir que desde siempre el tiempo ya ha vencido.

Juan Sánchez Cotán
Bodegón con membrillo, repollo, melón y pepino - h. 1602

II

Hablo de mí.
Cuando hablo de los otros,
hablo de mí.
Son mis palabras las que se pronuncian,
soy yo el que soy en ellas,
ellas me son traicioneras
a fuer de serme fieles.
Ellas me dicen
mientras yo me oculto
detrás de ellas.
Si os ofendo,
soy yo el que me ofendo.
Si os increpo,
soy yo el que se increpa.
Si os desprecio,
soy yo el que no valgo nada.
Por eso,
aunque no pueda callarme,
he de volver
una y otra vez
a mi silencio,
para que yo descanse,
para que yo me sea
sin serme,
para que yo me deje en paz,
sin que a los demás,
ni a mí mismo,
les importe nada
de todo esto que digo
y quizá no debiera decir.

Briton Rivière
La respuesta de Daniel al Rey, 1890

El profeta I

Engaña tú a otro,
ya que tanto sabes,
ya que estás tan seguro.
Abre la boca todo lo grande que puedas,
que todo tú te conviertas en boca,
y pregona tus inteligentes sandeces,
ya que tienes la razón
y toda la razón.
Y engaña a otros,
que no a mí,
y embárcales en tu sueño de la razón
lleno de monstruos que están por venir,
que sin duda vendrán,
porque tú los convocas
cada vez que los ojos te brillan
con el odio de la verdad,
con el ansia soberbia de la verdad,
con la ciega verdad que te ciega.
Anda y dales paño,
y que ellos te halaguen mucho,
maestro necio,
boca chancla,
boca de sapo,
pero deja de lanzar tu saliva
hacia este lado,
donde hay un hombre que ya no confía,
que no acepta verdades,
ni guías,
ni promesas llenas de falsas promesas.
Deja que siga,
y no me molestes más,
que bastante tengo con arreglar
las cosas de mi vida,
con mantener en paz mi alma,
para que haya paz cuando los otros quieran
saber por mí
en qué consiste un hombre libre.

 Pablo Gargallo
El profeta, 1932

XII

No estoy solo
también los que nos escondemos
somos legión
cuántos no crees que se esconden
de ti
de mí
de los otros
de todos
también ellos tienen bando
o no
o sí
también su mundo está en juego
y tú
ni yo
ni los otros
vamos a dejar que sobreviva
sabes cuántos quisieran
cuántos sueñan
esperan
desean
que no haya bandos?
pobres españoles que no juegan
qué vergüenza
ni siquiera dan pena.

XI

Ya sé lo que es dormir al raso
y te digo que es mejor
vivir entre alimañas
crees que alguien de mi bando
me perdonará
comprenderá mi miedo
el miedo del cobarde?
crees que me entenderán los otros
que se apiadarán de mí
no es la primera vez
que pierdo mi casa
pero nunca antes
perdí mi patria
también mis padres
y mis abuelos
tuvieron ya que dormir
entre alimañas
crees que alguna alimaña
te mira con buenos ojos?
pues no lo creas.