jueves, 9 de junio de 2011

Grief

La pena es un sentimiento deseado para:
- el poeta, que se recrea en la melancolía para mantener el trance de la escritura;
- el enamorado, que interpreta la pena como la confirmación de su sincero enamoramiento;
- el mártir, cuya desgracia augura la redención prometida.
Los católicos no buscan necesariamente la pena y la desgracia, aunque la reciben como señal de una prueba de fe. La entrega a los demás también es una forma narcisista de buscar la virtud. Quien se entrega, debe además mortificarse, pues siempre sospechará si la entrega es verdaderamente desinteresada.

Se pregunta si su dolor es suficientemente intenso, si la plenitud de su tristeza es suficientemente real, si el sacrificio es suficientemente digno de mérito. La pena no es correspondida con caricias amantes, con pensamientos y poemas únicos, ni siquiera con una promesa de salvación; sólo con la decadencia consciente de cierto sentido de distinción. A nadie le importa. El odio, el desprecio y el orgullo silenciosos crecen en él y le proporcionan los momentos más intensos de su vida. Nadie más sospecha de su ejemplar entrega, dónde anida la mentira.

En todos los casos, la pena arrastra el pecado capital de la vanidad.

Los viejos

Juvencio, te robé un furtivo beso
-a ti, que eres de miel-
 Catulo, Carmen XCIX

Disfruta de tu íntima victoria y sé discreto amigo mío
si tuvieras un espejo te avergonzarías viendo tu sonrisa feliz de enamorado
reiríamos juntos y presumiríamos como jóvenes que han vuelto a ilusionarse
aunque ahora te desprecie y sienta envidia por la mujer que te acompaña
y disimule entre mis papeles como si nada me importara.






miércoles, 1 de junio de 2011

Katharina

Sánchez Alcón, 2011 - Sólo dijo unas palabras en toda la sesión, pero las dijo. “¿Qué es pensar?”, le pregunté. “Pen-sar”, repitió con dificultad. Me acerqué, le di un beso y le dije a los demás: “Katharina está pensando”. “¿Y en qué piensa?”, le dije. Ella dijo a duras penas: “en… en… hablar”.

Cómo no emocionarme
cómo no admitir no que el cuerpo tiembla como
que la mente se hunde en la ingenua ternura de un recuerdo sin fondo
por qué no ignorar no
cómo ignorar por qué a los ojos se asoma el interno rubor de una lágrima
cómo no emocionarme por qué no
sentir vergüenza y no tengo emoción más noble que
cuando vuelven a encontrarse y por fin cuando comienzan de nuevo y por fin cuando encuentran un motivo y por fin
…//…
reír es más difícil lo difícil es lo sé vivir pero
adoro las escenas en que se olvida el drama al menos un momento
…//…
ique buen vasallo dios si oviesse buen señor!

Verdugo, 2003 - El primer planteamiento multidimensional de la discapacidad intelectual se produjo en el año 1992 con la intención de eliminar el reduccionismo, y la excesiva confianza, en el uso de tests dirigidos a diagnosticar el CI.

Víctor Manuel - él le dibuja en un papel algo parecido a un corazón.