SunBin, el afamado estratega, en una desacertada maniobra, acabó rodeado por sus propias tropas. Mientras contemplaba a sus soldados herirse en la confusión, meditaba sobre las paradojas del destino y su mente se vaciaba de emociones. El emperador espera.
La máquina y la huella, el metal y el cemento venidos a nada, sólo la ficción permanece. En acero no teme a la muerte.
Miles de páginas después aún no he terminado y ya siento que nunca comenzaré. Seguirán sin mí.
Todo se perderá después de tanto esfuerzo a lo sumo prolongaré algo más sus líneas. Qué tristeza de libros.
No me digas que llora el sauce la tormenta pasa la golondrina vuelve. Inventa palabras nuevas que hagan pensar las cosas de manera diferente. Mi edad ya no soporta emociones manoseadas.
La máquina y la huella, el metal y el cemento venidos a nada, sólo la ficción permanece. En acero no teme a la muerte.
Miles de páginas después aún no he terminado y ya siento que nunca comenzaré. Seguirán sin mí.
Todo se perderá después de tanto esfuerzo a lo sumo prolongaré algo más sus líneas. Qué tristeza de libros.
No me digas que llora el sauce la tormenta pasa la golondrina vuelve. Inventa palabras nuevas que hagan pensar las cosas de manera diferente. Mi edad ya no soporta emociones manoseadas.
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