El suicida
se levanta y desayuna apenas sin muchas ganas. No quiere compañía, pero no la
rechaza si alguien lo busca. No tiene ganas de comer, pero aprecia una buena comida, comprende que puede ser la última ocasión en que la pruebe. Ninguna
preocupación es tan importante que no pueda terminar en el momento que lo desee.
A diferencia de los demás, todo depende de él, todo está en su mano, él es el
único responsable de que todo siga o se termine para siempre. Sabe que morir es
sencillo, está decidido, y sólo es cuestión de elegir el momento. No sabe cuándo
sucederá, podría ser ahora mismo, quizá mañana, quizá nunca, así que camina,
conversa y observa tranquilamente como si todo fuera por primera y última vez.
jueves, 25 de junio de 2015
domingo, 14 de junio de 2015
De todos los oficios el más pobre es la poesía
De todos los
oficios el más pobre es la poesía
debe uno andar mendigando vistiéndose con los harapos de los versos
de todas las profesiones
la que menos alimenta es la poesía
cuándo comeremos
y tú me lo preguntas.
debe uno andar mendigando vistiéndose con los harapos de los versos
de todas las profesiones
la que menos alimenta es la poesía
cuándo comeremos
y tú me lo preguntas.
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