Podría
perderme en el mar proceloso y atlántico
en el viento que ondea la hierba y los campanarios
podría perderme en la mueca de un retrato indescifrable
en las ondulaciones del terreno infinitas y suaves
podría perderme en el objeto de un poema
en el ritmo las pausas la palabra el silencio
podría perderme en mi propio desvarío
en el sueño comienzo locura imposible de nuevo
pero vuelvo al mismo sitio catatónico y absurdo
donde Séneca escribe sentencias y testamentos.
Borges - El ideal es el laberinto psicológico: el fundado (digamos) en la creciente divergencia de dos caminos que el explorador, o la víctima, supone paralelos.
en el viento que ondea la hierba y los campanarios
podría perderme en la mueca de un retrato indescifrable
en las ondulaciones del terreno infinitas y suaves
podría perderme en el objeto de un poema
en el ritmo las pausas la palabra el silencio
podría perderme en mi propio desvarío
en el sueño comienzo locura imposible de nuevo
pero vuelvo al mismo sitio catatónico y absurdo
donde Séneca escribe sentencias y testamentos.
Borges - El ideal es el laberinto psicológico: el fundado (digamos) en la creciente divergencia de dos caminos que el explorador, o la víctima, supone paralelos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario