sábado, 30 de enero de 2016

Lección de ética

He hecho lo correcto
he dejado al mundo seguir su curso
que los demás escriban sus historias a solas
que busquen su alimento que se amen
que sigan su camino que se engañen
que cojan lo que el mundo les tiene prometido
no he pedido nada al contrario
he hecho lo que debo me he callado
víctima de mis propias decisiones
tomaré de los restos lo importante
apenas la ternura
y el respeto.

Bukowski - ¿Cómo vas a decirle a un soñador que le van a quitar un 15 por ciento de su sueño? Simplemente se reirá y dirá ¿eso es todo?

Eclesiastés 3:21 - Y he visto que no hay nada mejor para el hombre que gozarse en sus obras, porque esa es su suerte.

Balthus
Naturaleza muerta, 1937

lunes, 25 de enero de 2016

Tema

Entre los versos mal traducidos de un poeta ruso
y otro americano
en la letra repetida de una canción popular
cada vez que intento entrar sin conseguirlo hasta el fondo de los ojos
que me devuelve el espejo
en las sentencias graves de un filósofo estoico
y de un filósofo chino
en las sombras que me rozan mientras tengo la mirada
fija en el papel sin levantar la vista
en la oscuridad que me envuelve
los pocos minutos que tardo en conciliar el sueño
ahí está
total y convincente como una fotografía
e íntimamente
con la satisfacción suicida de quien entra a una ciudad sin nombre
me alegro de que ocupe
un lugar señalado entre mis cosas.


Julião Sarmento
106 snapshots Fuji Instax, 2011


domingo, 24 de enero de 2016

Aporética

Una estoica pasión desapasionada
un futuro que no invente un porvenir
una denominación que no encuentre nombre
una renuncia que no deje de anunciar
un silencio que siga diciendo todo
cegarse para conservar los ojos
distanciarse para habitar la cercanía
la mentira como forma de verdad
un escondite que se descubre
la imposibilidad posible de lo imposible
la circularidad de la línea recta
la claridad de una noche oscura
soñar un insomnio sin despertar
detenerse para no quedar parado
dejar de escribir para dejar todo escrito
fundar una ontología sin fundamento
una praxis de la inmovilidad
una ética de la agonía
es tan complejo parecer sencillo
tan aburrido.



Robert Rauschenberg
Sin título, 1950

viernes, 22 de enero de 2016

Insomnio

Somos en el silencio un ruido solitario, un mundo inhabitado de fantasmas que hablan, un lector que recorre las páginas en blanco de un diario. En silencio, nos mueve la razón, pero nunca aprendemos a estar solos. La densa oscuridad de la noche nos hiela, callados sin quererlo, achicados y breves, mirando una marea que desciende sin pausa, alejándose, varados en la playa como algas dejadas por las olas.

El insomnio es la casa de los cuerpos sin nombre, un camino sin márgenes con plantas que no brotan, el imposible olvido de un reloj sin agujas en un tiempo perfecto que comienza y termina sin conocer las horas. La noche es un espejo donde encontrarse a oscuras, que adivina unos ojos rehuyendo la mirada, un respirar sin aire, unas manos sin piel donde sentir el roce, un pálpito sin sangre donde el silencio late. El insomnio es un río del que huyeron los peces, cubierto por las hojas de un árbol en invierno, un asombro de orillas que se borran, de pájaros que esperan.

Yo conozco el calor maternal de las mantas, de los cuerpos dormidos que velan una patria, conozco la llamada de un aliento en mi espalda, sé la historia que cuentan dos ojos que se cierran mientras cierro los míos. Aprendí desde siempre las ventanas cerradas, el débil resplandor de mi cuarto en penumbra, el número de pasos para salir del sueño, pero nadie me habló de llenar el vacío que tarda una pregunta en convertirse en sábana. Adolescencia inútil de la almohada, la noche que no llega nunca pasa.

Desde ahora renuncio a comprender los mapas, a caminar descalzo. Mi voz es un desierto olvidado y antiguo, un cielo sin estrellas que anuncien un mesías. Sólo soy habitante de las horas que faltan, de los sueños que fueron, las torres de un imperio consumido en el fuego. Para no despertar, me adentraré en lo oscuro de esta casa sin puertas y, al calor de la sombra, paciente y confiado, esperaré que vuelvan los sueños imposibles que pasaron.


René Magritte
El sentido de la noche, 1927

Cielo de enero

Dos pájaros que chocan
durante el mes de enero
crean tal explosión
que el cielo se recubre
de sangre y de confeti
de truenos y guirnaldas
bombillas y cometas
la animación es tanta
que apenas se preocupan
de quedar malheridos
en la cuneta.

martes, 12 de enero de 2016

Encuentro

Mi pupila ve por mí
el lento amanecer anaranjado
los flecos de las nubes el vuelo de los pájaros
el húmedo color de los jardines
la niebla junto al mar
si yo camino absorto
chocando con las piedras las ideas
o hago del café una filosofía
ella recoge todo lo que ha de ser guardado
y a ratos frente a frente
me encuentra en el espejo y me confía
el motivo esperado del poema.


August Sander
El ojo derecho de mi hija Sigrid, 1928

miércoles, 6 de enero de 2016

Camino

Sueña el desierto con fuentes
ciudades el caminante
caminos quien descansó
sentado en la encrucijada medita el peregrino
seguir los pasos que muchos recorrieron antes
o despertar del sueño en la casa que le vio nacer.

Dibuja caracteres con precisión de siglos
interpreta con dudas augurios y leyendas
imagina un mundo que aún debe ser escrito
el escriba.


Dalí, 1925
Muchacha en la ventana