Ya el mundo es suficientemente grave
un planeta pesado con hombres que no hablan
idiomas que no entiendo
familias como tumbas
en este barco cansado que flota despacio y viejo
hace falta su voz aguda de niñita
de ángel estridente con coleta
de apenas medio metro de persona
repitiéndose incansable
con su pequeña
preciosa
chillona
incomparable belleza.
un planeta pesado con hombres que no hablan
idiomas que no entiendo
familias como tumbas
en este barco cansado que flota despacio y viejo
hace falta su voz aguda de niñita
de ángel estridente con coleta
de apenas medio metro de persona
repitiéndose incansable
con su pequeña
preciosa
chillona
incomparable belleza.
Guillermo Lorca Casita de dulces II, 2011 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario