sábado, 17 de septiembre de 2011

Teología de la revolución

La astronomía es una ficción científica, una interpretación imaginativa de la naturaleza visual de nuestra relación con los astros. Mera crítica artística. Por eso, el corrimiento al rojo indica el cambio acelerado desde una naturaleza muerta hasta la alegoría mitológica.
De Copérnico sabemos que no somos el centro de la geometría estelar. Debemos situarnos en el otro foco de la elipse, desde donde nos reclaman quienes no somos nosotros, quienes desafían la seguridad de nuestros relatos.
La revolución no es una ruptura, sino el movimiento ensimismado de un cuerpo alrededor de un eje o punto que se mueve, trazando una espiral cuyo radio crece en cada vuelta. Cuanto más sabemos, más quisiéramos no haber sabido.
Sabemos muchas cosas. Olvidamos todo.
Sin embargo, la escala cromática es sencilla. Bastan tres colores para imaginar distintos universos de color. Cada persona es una combinación de colores, un alejarse utópico para retornar cansado a las seguridades primarias. Siempre volvemos al punto de partida. Somos sencillos.
Somos dos, una repetición, yo mismo no puedo dividirme. El deseo centrífugo de cambio, de independencia, de huida, y la paradoja centrípeta, abandonar el origen para crear un nuevo foco de dominación. Liberarnos para diseñar nuevas opresiones.
El tarot muestra dos monos que se turnan subiendo y bajando en la rueda de la fortuna, el número diez de los arcanos mayores, el primer número perfecto. Una rueda de progresos ilusorios y rápidas decadencias, mientras un destino sin nombre acciona el mecanismo simple de la manivela.
Sabemos hacer muchas cosas. Aún no ha sido creado lo que no sabemos.
El arte es acción, manufactura y mirada, metódica, principio de acción y creación. Por eso pensaron un dios a nuestra imagen y semejanza. Todo lo que puede reproducirse, replicarse, está vivo, como una nube de polvo estelar que se desgaja, una roca que se parte y sigue siendo hasta que retorna al polvo, una nube que devuelve al río cósmico el agua que le servirá de alimento, como una conversación que no acaba, un juego de voces limitado y un infinito imposible de respuestas que son preguntas, de voces que son ecos. Arte y vida.
Nosotros somos ecos.
Wiki - Estos agujeros negros supermasivos pueden atrapar en su campo gravitacional estrellas que se destruyen por efectos de la marea. La parte de la estrella más cercana al agujero se somete a una fuerza de gravedad mayor que su cara posterior. Estira la estrella y finalmente la desintegra violentamente. Los restos no caen directamente en el agujero negro. Antes de tragársela, se mueve en espiral a gran velocidad, emitiendo un poderoso rayo.
Arrojas manchas de color como el que esparce una simiente y vienen los pájaros.

3 comentarios:

  1. Que agradable sorpresa Baltasar, no sabes lo que me gusta tu escrito, ya te habrás dado cuenta que es un tema que me interesa,hoy he descubierto tu blog, me encanta, un beso.

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  2. No he podido contener la tentación de hacer mio este texto, pues así, juro lo siento.
    Espero sepas, algún día, perdonar mi insolente atrevimiento.
    Anonimo.

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    1. No tengo nada que perdonar a una persona que toma algo que yo he dicho y lo utiliza para afianzar o para iniciar una reflexión propia. Eso significa que el poema está vivo, y yo un poquito con él y contigo. Saludos anónimos.

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