Ya no doblan a muerto antiguo las campanas
ni se siente el contacto de cera de la frente
uno reza en silencio sin saber lo que dice
pero no entiende nada no comprende los pésames
retumba alucinado el llanto de la esposa
y un viento de nevero te raja como un sauce
una hondura íntima se apodera del pecho
y toda tu tristeza te brota para nada
a solas
como un viejo.
ni se siente el contacto de cera de la frente
uno reza en silencio sin saber lo que dice
pero no entiende nada no comprende los pésames
retumba alucinado el llanto de la esposa
y un viento de nevero te raja como un sauce
una hondura íntima se apodera del pecho
y toda tu tristeza te brota para nada
a solas
como un viejo.
Antoni Tàpies |
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